Las VICTIMAS MORTALES de la VIOLENCIA VIAL, a la que se califica de IMPRUDENCIA, tiene un denominador común mayoritario: Conductor bajo los efectos del Alcohol y/o las Drogas. Como a esto se le denomina IMPRUDENCIA, la inmensa mayoría de estos delincuentes “homicidas” ni ha pisado la cárcel.
La mayoría de ciudadanos (familiares) de “VICTIMAS” que sufren un incidente de VIOLENCIA VIAL tienen asumido que el autor sufriría consecuencias AUTOMATICAS Y GRAVES por el acto cometido.
La realidad es que se quedan sorprendidos al conocer (comprobar) que no sufren apenas reproche penal; el sistema jurídico (letrados, fiscales, jueces) desde siempre “valoran” muy positivamente el “arrepentimiento” del autor en vez de fijar la atención en el comportamiento del delincuente homicida; es decir, una vez más el sistema protege en exceso al reo y abandona a las víctimas.