El pasado día 6 nos levantamos con la noticia difundida a los cuatro vientos de qué el RACE proponía un gran pacto de estado, en el que entre otros incluía esta petición:

«Que todos los practicantes de ciclismo aficionado de carretera, deberían tener carnet por puntos, matrícula y seguro de accidentes, con la única finalidad de reducir la siniestralidad en la carretera que padece este colectivo»

Esta fundación, no puede ni debe quedar impasible ante este ataque directo a las víctimas, nos sentimos con el deber y la obligación de posicionarnos, primero al lado de las victimas, segundo ante los intereses generales de todos los usuarios de las vías públicas, tercero ante los ciclistas.y peatones  Coincidimos con el argumento propuesto por el RACE , en que necesitamos un gran pacto de estado sobre seguridad vial, pero diferimos en el diagnostico, y en el tratamiento.

Consideramos que es un deber ineludible del Gobierno el proteger el bienestar de sus ciudadanos, por lo que la seguridad vial debe entrar a formar parte de una política de Estado, con el mismo estatus que la educación y la sanidad, se tienen que realizar cambios legislativos con urgencia, para la prevención de siniestros, pero priorizando sobre medidas para que las victimas estén arropadas y amparadas por toda la sociedad. No para que estas sean criminalizadas por colectivos interesados.

RESPETO A LAS VÍCTIMAS

Es conocido por todos el completo desamparo que las instituciones brindan y ofrecen a las víctimas de siniestros de tráfico; a su situación traumática por la brutal y repentina pérdida de familiares o lesiones personales sufridas de las que en ocasiones no se recuperarán jamás, hay que sumar el terrible e injustificable daño moral y psicológico que les obligamos a sentir, cuando sus verdugos desde instantes después de provocar el daño SIGUEN HACIENDO SU VIDA NORMAL, preocupándose muy mucho el derecho actual y esas instituciones de que así sea y no se coarten sus sobrevaloradas libertades personales.

Mientras las víctimas se debaten entre la vida y la muerte durante largos periodos de tiempo (como ejemplo inmediatono hay mucho que rebuscar-el ciclista atropellado en Gondomar y recientemente fallecido tras un año en coma), o realizan tratamientos de recuperación interminables con los que aún así no llegarán a recuperarse plenamente, los verdugos continúan en su puesto de trabajo y llevando a sus hijos al colegio DESDE EL MISMO DÍA O DÍA SIGUIENTE QUE PROVOCARON EL HOMICIDO O LESIONES

Todos sabemos lo terriblemente injusto de esta situación, políticos, jueces, fiscales, abogados y ciudadanos de a pie. Continuamente articulistas de prensa, personas de bien, gente honesta se hacen eco de esta ABERRACIÓN.

Siendo así, ¿por qué esta sociedad civilizada es tan “civilizada” para los criminales y es tan cruel e incivilizada para las víctimas”?

SI atropellas a un ciclista, peatón o a la abuela con la nieta ocurrido en el día (15-1-2017-tampoco hay que rebuscar mucho) por una conductora supuestamente bajo los efectos del alcohol, la policía podría detener automáticamente al conductor y averiguar cuál es el estado de las víctimas. Se le comunicaría al juez esta circunstancia y éste ordenaría “como mínimo” verle la cara al conductor y averiguar las primeras circunstancias del siniestro.

En los casos graves, mientras los familiares entierran a sus seres queridos o el lesionado se debate entre la vida y la muerte en un quirófano, ¿habría algún problema en que el conductor estuviese preventivamente en prisión a modo de castigo, SÍ, CASTIGO, por haber causado una terrible desgracia?, por lo menos hasta que sea consciente del daño que hizo y recapacite para que no vuelva a ocurrir, y los demás ciudadanos verían que asi les podría ocurrir a ellos.

Después ya llegaría la famosa REEDUCACIÓN Y REINTEGRACIÓN social, pero la víctima y su familia verán que, a priori, no le salió gratis. De uno a tres meses en prisión preventiva no le vendrán mal para hacer examen de conciencia. ¿0 esta medida es demasiado “restrictiva” para un pobre conductor borracho, drogado, o sin carnet?. ¿Y el sufrimiento de la víctima?. Preguntémonos si preferiríamos estar 3 meses en una prisión española o si preferiríamos estar 3 meses en el mejor de los casos en un hospital o directamente enterrados; ¿quién elegiría esto último, algún legislador purista del derecho?, no creo.

Omisión del deber de socorro. En el supuesto en que el autor del siniestro, abandone el lugar de los hechos, por iniciativa propia, se le imponga una pena automática de 6 meses a 1 año, sin posibilidad de remisión

Entonces por qué nos cuesta tanto admitir que un pequeño castigo de 1 a 3 meses en prisión es tan exagerado, él tiene un tiempo precioso para rehabilitarse, cosa que no tienen las víctimas (éstas no pueden elegir). Para quien se pregunte que no ello no conseguiríamos nada más que retroceder en el avance del derecho y las penas, argumento que no estoy en absoluto de acuerdo, planteo esto: Si una víctima sabe que su verdugo está llevando una vida normal desde dos horas después del accidente, se agrava su sufrimiento y la humillamos más, le decimos que para la sociedad su vida importa muy poco.( como ahora sucede)

Pero si la víctima sabe que su verdugo está en prisión preventiva privado de disfrutar de los suyos (pero con salud y buenos alimentos), por lo menos sabrá que a la sociedad le importa algo y ella estará un poquito más reconfortada. ¿Es tanto pedir? ¿o le causaremos demasiado daño al DELINCUENTE, provocándole una terrible frustración de la que no pueda recuperarse

No más homicidios impunes

Por una Ley Justa